domingo, 2 de septiembre de 2007

pancho villa







Francisco Villa
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José Doroteo Arango Arámbula
5 de junio de 1878 - 20 de julio de 1923
Francisco Villa
Apodo
Pancho Villa, El Centauro del Norte
Lugar de nacimiento
San Juan del Río, Durango
Lugar de defunción
Hidalgo del Parral, Chihuahua
Servicio
Antirreeleccionismo, 1911 - 1912División del Norte, 1913 - 1920
Años de servicio
10 años
Rango
General de División
Mandos
General en Jefe de la División del Norte
Batallas / Guerras
Revolución Mexicana:
Batalla de San Pedro de las Colonias
Batalla de Paredón
Batalla de Ciudad Juárez
Batalla de Tierra Blanca
Batalla de Chihuahua
Batalla de Ojinaga
Batalla de Torreón
Batalla de Gómez Palacio
Batalla de Saltillo
Batalla de Zacatecas
Batalla de Celaya
Batalla de Agua Prieta
Batalla de Columbus
Otros empleos
Leñador, Agricultor y comerciante
José Doroteo Arango Arámbula, más conocido como Francisco Villa y Pancho Villa (n. San Juan Del Rio, Durango, 5 de junio de 1878 - † Hidalgo del Parral, 1923) fue uno de los jefes de la Revolución mexicana, cuya actuación militar fue decisiva para la derrota del régimen de Victoriano Huerta. Murió asesinado en Hidalgo del Parral, Chihuahua. Huérfano, tuvo una infeliz niñez y una conducta muy rebelde en la adolescencia, fue leñador, agricultor y comerciante, antes de hacerse militar revolucionario. Durante la Revolución era conocido como "El Centauro del Norte".
Tabla de contenidos[ocultar]
1 Biografía
1.1 Bandidaje
1.2 Entrada en la Revolución
1.3 Lucha contra Carranza y Obregón
1.4 Batalla de Columbus
1.5 La Expedición Punitiva
2 Villa y los Medios de Comunicación
3 Muerte de Villa
4 Mitos y leyendas acerca de Pancho Villa
5 El villismo como doctrina política
6 Villa íntimo
7 Batallas y acciones Militares de Pancho Villa
8 Películas
9 Véase también
10 Referencias
11 Enlaces externos
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Biografía [editar]
Sus padres fueron Agustín Arango y Micaela Quiñónez Arámbula. De extracción humilde, no tuvo acceso a la educación escolar. Al fallecimiento de su padre su situación económica empeoró; por lo que trabajó de leñador y labrador. Por algún tiempo se dedicó al comercio gracias a la ayuda de Pablo Valenzuela, quién le fiaba las mercancías. Hacia 1894 se dedicaba a la agricultura en una hacienda de la familia López Negrete, donde sembraba como mediero. En septiembre de ese año se convirtió en proscrito de la ley, al tirotear al hacendado Agustín López Negrete, que intentaba violar a su hermana. Como su verdadero nombre era Doroteo Arango, lo cambió por el de Francisco Villa, pues su padre había sido hijo natural de Jesús Villa; además se dio a la fuga y se refugió en la sierra.
¿Otras versiónes del por que Pancho Villa?

Joven Francisco Villa
Existen diversas versiones acerca del origen del mote de Pancho Villa: 1.- Una es que cuando este se encontraba fugitivo de la ley, él fue rescatado por una pandilla de bandidos encabezada por un hombre llamado Francisco Villa, quien lo recogió y lo alimentó. Al no tener adonde ir, Doroteo empezó a operar con esta pandilla asaltando pueblos y delinquiendo en otras áreas. Por su lealtad se ganó la confianza del jefe de la banda. En una ocasión Francisco Villa (jefe de la banda) sufrió una herida de bala por lo que, agonizando, nombró a Doroteo Arango como jefe de la pandilla de bandidos. Fue entonces que Doroteo cambió su nombre «Francisco Villa», a petición de la banda que ahora él encabezaría. Continuaron realizando actos de vandalismo regresando a la hacienda donde Doroteo había matado a Agustín López Negrete, donde el cuñado del fallecido lo buscaba para matarlo. Doroteo Arango (ahora bajo el nombre de Francisco Villa) acabó con la vida de su rival y los hombres de éste, empezando a seguir una causa en defensa de la clase obrera que era fuertemente explotada al punto de comparación con la esclavitud.
2.- Otra cuenta que el verdadero padre en realidad es Luis Germán Gurrola, pues Micaela Arámbula, su madre había sido su sirvienta y este al no reconocer a su hijo, fue bautizado por Agustín Arango, quien era hijo natural de Don Jesús Villa, abuelo paterno del muchacho, siendo de él de quien adoptó su apellido, llamándose Francisco Villa .
3.- Y por último existe otra versión que cuenta que una mujer de apellido Arango tuvo amoríos con Jesús Villa, que había pasado de residir en San Gabriel, Jalisco, a San Juan del Río en el estado de Durango, y que de ellos nació Agustín Arango. Aunque éste se debió haber llamado Agustín Villa Arango, se desconocen las causas de por qué Jesús Villa no dio nombre a su hijo y de por qué éste recibió el apellido de su madre. Agustín Arango contrajo matrimonio con Micaela Arámbula y de ellos nace Doroteo Arango. Finalmente, Doroteo Arango retoma el que su padre le contaba era su apellido legítimo para así hacerse llamar Francisco Villa como medida para ocultar su identidad.

Bandidaje [editar]
A partir de entonces inició una vida de bandidaje. Poco después se integró a un grupo de bandoleros jefaturado por Ignacio Parra; con ellos operó hasta que José Solís, miembro de la banda, asesinó a un anciano; entonces Villa se desligó del grupo [cita requerida] y trabajó en la mina de El Verde y como albañil en la ciudad de Chihuahua. La policía reanudó su persecución por lo que Villa volvió a la sierra y a su negocio de robar y vender ganado.

Entrada en la Revolución [editar]

Foto de Francisco Villa y Emiliano Zapata en la cámara presidencial del Palacio Nacional en la Ciudad de México, 1914. Villa ocupa el trono presidencial, Zapata a su izquierda.
En 1910 se unió al movimiento maderista, primero a través de su compadre Eleuterio Soto, y después mediante Abraham González, con quién tenía ligas comerciales. El 17 de noviembre de 1910 atacó la Hacienda de Cavaría; ese mismo día se dedicó a reclutar gente para sus tropas desde un principio. En la lucha armada maderista se distinguió por su audacia y organización. La Revolución Maderista comienza a revelar el ingenio militar de Francisco Villa, en el Tecolote, engaña a las fuerzas del General Navarro poniendo sombreros sobre estacas para simular un contingente mayor, obligando al General Navarro a la retirada. Sobresalió como Jefe de las Batallas de San Andrés, Santa Isabel, Ciudad Camargo, Las escobas y Estación Bauche, contra el General federal Manuel García Pueblita. Además, participó en el mayor triunfo, al lado de Pascual Orozco: La Batalla de Ciudad Juárez, contra el General Juan N. Navarro a quién intentó fusilar incluso en contra de Francisco I. Madero. Después de tomar Torreón por unos momentos, Villa se hace de los primeros trenes de sus fuerzas, que después servirían para transportar grandes contingentes de la División del Norte. Después de intentar tomar Chihuahua y no poder hacerlo, logra su primera gran victoria: La toma de Ciudad Juárez. Esta toma es descrita por Enrique Krauze como una acción de película, mientras una parte de los efectivos distrae a los enemigos, en las afueras de Chihuahua, la otra al mando de Francisco Villa, intercepta y descarga dos trenes de carbón en la estación de Terrazas, sus hombres abordan los vagones y la caballería los sigue por fuera rumbo a Ciudad Juárez, en cada estación, a partir de Terrazas, Francisco Villa apresa al telegrafista y pide instrucciones a la base de Ciudad Juárez fingiéndose el oficial a cargo de los convoyes. La noche del 15 de noviembre de 1913, mientras los soldados y oficiales federales dormían en los cuarteles o se solazaban en las casas de juego, una señal diminuta anuncia el asalto, en un santiamén las tropas villistas toman el cuartel, la jefatura de armas, los puentes internacionales, el hipódromo y las casas de juego. Los periódicos norteamericanos y la opinión pública se sorprenden ante la increíble acción. En la Hacienda de Bustillos sostuvo una entrevista con Madero y recibió el grado de Coronel. Después de la firma de los Tratados de Ciudad Juárez abandonó las armas: entregó el mando de sus tropas a Raúl Madero y radicó en Chihuahua, dedicándose al comercio de ganado.
En 1912 dio muestras de su lealtad a Francisco I. Madero, al rechazar la invitación de Pascual Orozco para rebelarse. Mas aún, retomó las armas para defender al gobierno maderista. Combatió en Chihuahua y Durango, y en Torreón se incorporó a las filas de la División del Norte Federal, que comandaba Victoriano Huerta. A su lado participó en las Batallas de Tlahualilo, Conejos y Rellano. Por su actuación militar fue ascendido a General Brigadier honorario. Victoriano Huerta, receloso de su brillantez a pesar de no ser militar de carrera y molesto por su independencia, con el pretexto de robo de una yegua lo procesó por insubordinación y ordenó su fusilamiento. Madero le salvó la vida, mediante la intervención de su hermano Raúl Madero y de Guillermo Rubio Navarrete. Como alternativa, fue enviado a la Ciudad de México y encarcelado en Santiago Tlatelolco. En su estancia en prisión conoció a Gilbardo Magaña Cerda, quién le enseñó a leer y le puso al tanto de los propósitos e ideales del agrarismo. A finales de 1912, Francisco Villa logró fugarse de prisión con la ayuda de Carlos Jáuregui, escribiente del juzgado de la cárcel. Tomó rumbo a Guadalajara y Manzanillo y logró llegar a El Paso, Texas. En el camino, el gobernador José María Maytorena le ayudó con dinero para proseguir su fuga. Ante los asesinatos de Francisco I. Madero y Abraham González en febrero y marzo de 1913, decidió retomar las armas contra el gobierno de Victoriano Huerta ante los llamados de los líderes militares del norte, encabezados por el Gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza que llamaban a levantarse contra el usurpador. Ayudado una vez más por Maytorena, cruzó la frontera y se internó en Chihuahua. Con una fuerza de escasos nueve hombres inició su participación en el movimiento constitucionalista.

General Francisco Villa a la entrada de Ojinaga
Comienza así una nueva etapa en la Revolución Mexicana, en la cual Francisco Villa alcanza sus máximos éxitos militares al mando de la División del Norte, cuyo objetivo era avanzar desde Chihuahua al Centro del País y tomar plazas estratégicas resguardadas por el Ejército Federal. Para ese año contaba ya con seiscientos hombres. Venustiano Carranza pronto lo nombró General Brigadier, después de que se adhirió al Plan de Guadalupe, y cabecillas como Tomás Urbina, Rosalío Hernández, Toribio Ortega, Manuel Chao y otros, lo reconocieron como su jefe. Atacó exitosamente Estación Bustillos y Casas Grandes, Chihuahua, quedando dueño de la zona del noroeste del estado. En agosto logró tomar San Andrés, defendido por el General Félix Terrazas; continuó su campaña acumulando victorias, incluso fuera del estado: Áviles, Ciudad Lerdo, Gómez Palacio y Torreón, aunque esta última haya sido una toma efímera. En septiembre se constituyó la famosa División del Norte del Ejército Constitucionalista, en la que figuraron Toribio Ortega, Rodolfo Fierro, Juan Medina, Maclovio Herrera, Tomás Urbina y Manuel Chao entre otros, y de la que Francisco Villa fue nombrado general en jefe. En noviembre de 1913 mostró su genio guerrillero y su capacidad militar en la Batalla de Tierra Blanca, aún antes de contar con Felipe Ángeles, quién se le uniría hasta marzo de 1914, para ser su gran estratega y jefe de su artillería. Luego tomó Ciudad Juárez y terminó el año entrando triunfalmente a la Ciudad de Chihuahua. Por muy poco tiempo fue nombrado gobernador provisional de Chihuahua, aunque ejerció el poder por un periodo mayor pues dictaba órdenes al gobernador Manuel Chao, quién había sido nombrado por Venustiano Carranza. Como gobernante Villa mandó imprimir diversos billetes, como los “dos caritas” y las “sábanas”; embargó tiendas y sustituyó a los comerciantes venales por administradores honorables, llenó el mercado de reses de las haciendas en las que intervenía; abarató los precios del maíz, fríjol y carne; asumió funciones federales en materia de telégrafos y ferrocarriles; expulsó del estado a muchos españoles, acusados de que habían ayudado a Victoriano Huerta; reabrió el Instituto Científico y Literario y decretó el establecimiento del banco del estado.

General Francisco Villa
Inició el año de 1914 con la Batalla de Ojinaga. En marzo y abril tomó Torreón y San Pedro de las Colonias, Coahuila, con lo que logró dominar la región lagunera. Con la Batalla de Paredón, en mayo, en la que derrotó al General huertista Joaquín Mass, y la Batalla de Saltillo, controló todo el estado de Coahuila. Para esas batallas ya se les había incorporado Raúl Madero, Felipe Ángeles y José Isabel Robles. Con ello Villa quedó colocado en un primer puesto entre los generales revolucionarios. El 23 de junio, desobedeciendo las órdenes del Primer Jefe y haciendo gala de su poderío y de su independencia desplazando a toda la División del Norte, tomó la plaza de Zacatecas (Batalla de Zacatecas), derrotando al General federal Luis Medina Barrón. Las relaciones de Villa con Carranza, ya tensas por el intento del primero de fusilar a Manuel Chao, se agudizaron más por estos hechos ya que según Carranza el que debía tomar Zacatecas era el General Pánfilo Natera. Las discrepancias tuvieron un receso temporal con el pacto de Torreón, del 8 de julio de 1914, celebrado entre la División del Norte y el Cuerpo del Ejército del Noroeste. A Francisco Villa lo representaron Miguel Silva, Manuel Bonilla y José Isabel Robles; A Pablo González Garza: Antonio I. Villarreal, Cesáreo L. Castro y Luis Caballero. Se acordó que Villa presentaría disculpas a Venustiano Carranza, quién seguiría como Primer Jefe; a Francisco Villa se le otorgaría el grado de General de División, aunque independientemente de Álvaro Obregón y Pablo González Garza. Villa reconoció a Venustiano Carranza, pero le impuso limitantes, como asumir la presidencia interina y convocar a una Convención de generales y gobernadores revolucionarios para señalar la celebración de elecciones y formular un programa de gobierno. Los acuerdos no fueron aceptados en su totalidad por ninguna de las dos partes. Los ejércitos revolucionarios derrotaron a Huerta, quien marchó al exilio el 24 de junio de 1914. A pesar de la victoria, Villa estaba molesto con Carranza, quien lo despreciaba por su reputación de bandolero, ya que nunca le concedió a la División del Norte el grado de Ejército ni a Villa el grado de general de división, que si había sido otorgado en su ejército. El conflicto estalló una vez más en agosto de 1914, cuando se agudizaron las tensiones en Sonora, pues Francisco Villa apoyó al gobernador Maytorena, y Álvaro Obregón, Benjamín Hill, Plutarco Elías Calles y Salvador Alvarado ya formaban otro grupo político. Obregón se transladó a conferenciar con Francisco Villa, pero tratando Obregón de atacar a las tropas Villistas por un lado y lograr una alianza por el otro, es descubierto por Villa y este manda fusilarlo, pero Serrano y Raúl Madero evitan que Obregón sea fusilado aceptando las condiciones de Villa y firman un acuerdo, logrando escapar a Chihuahua y a medio camino de la huida obregoncista Villa recibe un telegrama de Venustiano Carranza en donde éste rechaza el acuerdo, Villa persigue a Obregón pero ya no lo alcanza y rompe definitivamente con Carranza. En 1914, Carranza citó a una convención de las fuerzas revolucionarias, para limar asperezas entre ellas, sin lograr su objetivo, pues Villa se fortaleció en la Convención de Aguascalientes. Como resultado, Carranza y Obregón rompieron con la Convención. Villa tomó la Ciudad de México, a nombre del gobierno de la Convención, junto con su aliado Emiliano Zapata, en diciembre de 1914. El primero de octubre se instaló en la Convención en la Ciudad de México, y el día 10 se trasladó a Aguascalientes. En ella estuvo representado por Roque González Garza y en ella se logró llevar a la presidencia a un villista. Durante la presidencia de Eulalio Gutiérrez, Francisco Villa fue designado jefe de las operaciones del Ejército Convencionista. En la lucha contra los constitucionalistas Villa buscó a toda costa aliarse con Emiliano Zapata pues durante la Convención de Aguascalientes descubrieron sus muchas similitudes, como la aprobación de la Convención del Plan de Ayala. En diciembre de 1914 tuvo lugar el Pacto de Xochimilco, en el que Francisco Villa aceptó el Plan de Ayala en lo relativo al problema de la tierra y en el que convenían llevar a la presidencia a un civil identificado con la Revolución.

Lucha contra Carranza y Obregón [editar]
Carranza no se plegó a los dictados villistas de la Convención y huyó a Veracruz para encabezar desde allí su contraataque. Para ello tenía gran aliado, un estratega militar que superaría al genio tosco de Pancho Villa, se trataba del general Álvaro Obregón. Las victorias de Francisco Villa al lado de Venustiano Carranza no se repitieron en su lucha contra él. Durante 1915 fue sucesivamente derrotado por Álvaro Obregón y los constitucionalistas en las famosas batallas de Celaya (Batalla de Celaya), en abril donde Obregón logró derrotar a la División del Norte en el Bajío (la historia recuerda en particular la famosa Batalla de Celaya). El poder de la caballería de Villa no fue efectivo para derrotar las trincheras, excesiva artllería y ametralladoras del ejército de Obregón. En una batalla posterior, Obregón perdió uno de sus brazos ante la artillería de los villistas. Además, Villa perdió la Batalla de Trinidad, la Batalla de León y la Batalla de Aguascalientes en junio, por lo que tuvo que replegarse otra vez hacia el norte. Para fines de ese año decidió invadir Sonora; sin embargo los constitucionalistas siempre contaron con el apoyo de armamento estadounidense que ya habían suspendido sus suministros a los villistas, así que con un gran poder de ofensiva de artillería los constitucionalistas lo derrotaron en Agua Prieta por conducto de Plutarco Elías Calles y en el Alamito por el General Manuel M. Diéguez. Derrotado militarmente, con un ejército pobre y sin elementos de la capacidad de Felipe Ángeles, Villa se dedicó a hostilizar al gobierno de Venustiano Carranza. En 1915, los Estados Unidos reconocieron oficialmente el gobierno de Venustiano Carranza. Los EEUU habían cambiado su actitud hacia Villa y le impusieron un embargo de armas, cortándole el suministro de las mismas que recibía desde poblaciones como Columbus, Nuevo México. Carranza recibió entonces apoyo de los estadounidenses en la forma de suministro, ahora ya de forma legal y su comercio de armas, para que derrotaran a las de Villa.

Batalla de Columbus [editar]
Artículo principal: Batalla de Columbus

Columbus, Nuevo México después de haber sido atacado por Villa
Después de su derrota militar, Francisco Villa se replegó a Chihuahua, desde donde fraguó un golpe militar, que le serviría además para vengarse de Estados Unidos, después de que este país apoyara a Carranza. Villa estaba enfurecido en contra de los EEUU y de Wilson, por el uso que hizo Obregón de faros gigantes, alimentados con energía eléctrica norteamericana, para ayudar a Obregón a repeler el ataque nocturno de las tropas villistas al pueblo fronterizo de Agua Prieta, Sonora el 1 de noviembre de 1915. En enero 1916, un grupo de villistas al mando del general de órdenes Ramón Banda Quesada emboscaron un tren del Mexico North Western Railway (Compañía del Ferrocarril Noroeste de México), cerca de Santa Isabel , Chihuahua, y masacró a 18 empleados norteamericanos de la compañía minera "ASARCO".
Antes del amanecer del 9 de marzo de 1916, un grupo de aproximadamente 1500 hombres (el reporte oficial del ejército estadounidense mencionó entre "500-700 participantes") del ejército de Villa al mando del General Ramón Banda Quesada atacaron el pueblo de Columbus, Nuevo México, como represalia al reconocimiento oficial del régimen carrancista por parte de los Estados Unidos y en busca del comerciante Sam Ravel (proveedor que, según Villa, lo había robado).
Mientras tanto, Villa se había quedado del lado mexicano de la frontera con un pequeño grupo de hombres.
En Columbus, los villistas al mando del general Ramón Banda Quesada atacaron un destacamento de caballería del ejército estadounidense, confiscaron 100 caballos y mulas, incendiaron el pueblo y mataron a 17 estadounidenses y 67 mexicanos. Más de 100 villistas murieron en el ataque. Ésta sería la segunda vez que el territorio de los Estados Unidos es atacado por fuerzas de otro país.

La Expedición Punitiva [editar]
Artículo principal: La Expedición Punitiva
El presidente estadounidense Woodrow Wilson envió tropas encabezadas por el General "Black Jack" Pershing, el mismo que comandaría las fuerzas estadounidenses en la Primera Guerra Mundial.
La Expedición Punitiva, cruzó al sur de Columbus el 16 de marzo de 1916. La búsqueda de Villa llevaría a las tropas estadounidenses finalmente unas 600 km adentro de México, llegando rumbo al sur hasta la ciudad de Parral donde, después de una escaramuza encabezada por la maestra Elisa Griensen, donde participaron los niños del pueblo, los yanquis retrocedieron a sus bases en el norte de México.
Durante 11 meses, los 10,000 soldados de la Expedición Punitiva de Pershing recorrieron los desiertos del inmenso estado de Chihuahua.
Pershing tuvo éxito dispersando a las fuerzas mexicanas que habían atacado a Columbus, pero Pancho Villa, desapareció en el extenso territorio mexicano y nunca fue capturado.
En febrero de 1917, la Expedición Punitiva regresó a Columbus.

Villa y los Medios de Comunicación [editar]

Automóvil donde fue asesinado Pancho Villa
Pancho Villa se hacía acompañar siempre por corresponsales, como el escritor estadounidense John Reed; daba entrevistas constantemente, hizo un contrato con Hollywood para filmar sus batallas, e incluso sus tropas recibieron uniformes nuevos para rodar algunas escenas con una mejor imagen; además tuvo relación con los periódicos extranjeros más importantes.
Se proclamó gobernador de Chihuahua, en donde realizó una reforma agraria.

Muerte de Villa [editar]
Poco a poco Villa se fue convirtiendo de nuevo en un guerrillero y su actividad se limitó cada vez más por la escasez de armas. Así se mantuvo de 1917 a 1920, salvo un periodo de resurgimiento, cuando Felipe Ángeles volvió al país para luchar al lado de Francisco Villa. Adolfo de la Huerta, al asumir la presidencia interina del país como fruto del movimiento de Agua Prieta, gestionó la rendición de Francisco Villa. El 26 de junio de 1920, Villa firmó los convenios de Sabinas, obligándose a deponer las armas y a retirarse a la Hacienda de Canutillo, Durango, que el gobierno le concedió en propiedad por servicios prestados a la revolución. A partir de 1920, Villa se dedicó a administrar la Hacienda de Canutillo. Desde entonces comenzó sistemáticamente a recuperar los tesoros que tenía ocultos en diversos escondites (el mito popular es que lo juntó todo en una cueva oculta de la Sierra Madre). Villa hacía excursiones solitarias a la montaña, a veces durante varios días. Entretanto, Álvaro Obregón fue elegido presidente de México. Cuando el nuevo presidente Obregón había consolidado su posición, algunos planes para librarse de Pancho Villa fueron tolerados o abiertamente promovidos por el gobierno y ante el temor de que Francisco Villa nuevamente se levantara en armas durante la Rebelión delahuertista, se decide matarlo. Mediante una emboscada organizada por la policía secreta o por pistoleros a sueldo de familiares de antiguas víctimas de Villa, fue asesinado a tiros el famoso bandolero transformado en general revolucionario. Era la tarde del día 20 de julio de 1923, cuando Pancho Villa murió en su coche, alcanzado por 47 balas de pistola cuando se dirigía a una fiesta familiar.

Mitos y leyendas acerca de Pancho Villa [editar]
Existe un libro de bolsillo que apareció en México entre el año 1960 y el año 1968 titulado "Habla una Espía Rusa" con supuesta información acerca de cómo los alemanes habrían financiado las campañas de Villa y le habrían proporcionado armas, para abrirles un frente a los estadounidenses mientras ellos intentaban ganar la Primera Guerra Mundial en Europa.
La figura de Francisco Villa está rodeada de una "leyenda negra". Es un lugar común decir que Villa era cruel y bárbaro. Es cierto que tenía un carácter colérico y que no dudaba en ejecutar a sus enemigos, en particular a los "traidores" (ex-villistas que le eran desleales). Durante el enfrentamiento contra los carrancistas, Villa cometió muchos actos de barbarie (ejecuciones masivas, ahorcamientos con alambre y hasta llegó a ordenar prender fuego a algunos infelices). Sin embargo, muchas de las ejecuciones masivas de prisioneros "colorados" y federales durante la campaña contra Huerta fueron ordenadas a Villa por Venustiano Carranza. Al momento de rendirse en Sabinas, Durango, Villa dijo que estaba harto de matar y mostró al primero una carpeta que totalizaba, entre víctimas que había hecho en batallas y a quienes había matado personalmente, 43 mil personas.
Algunos estudiantes mexico-norteamericanos afirman que en la colección de cráneos de la sociedad Skull and Bones de Yale, Estados Unidos, se encuentra la cabeza de Pancho Villa, robada en 1926 del cementerio de Parral, Chihuahua, y supuestamente vendida a dicha sociedad por Emil L. Holmdahl. Dichos estudiantes exigen a George Bush que devuelva la cabeza de Villa. Sin embargo, aunque el cráneo fue efectivamente fue robado, se desconoce su paradero. [1]

El villismo como doctrina política [editar]
Villa era un hombre inculto. Cuando tuvo en sus manos la administración del gobierno de Chihuahua o de la Hacienda de Canutillo emprendió acciones sociales radicales. Imponía controles de precios, abría escuelas, gran parte de los impuestos de guerra los destinaba a abastecer a la población de productos básicos. Villa imponía estrictas restricciones al consumo de alcohol. El dinero producto de la venta de alcohol y de casas de juego administradas por sus hombres era canalizado a la Revolución.
Destaca en el ideario villista el valor de igualdad de trato y de igualdad de oportunidades ("Es justo que todos aspiremos a ser más, pero también que todos nos hagamos valer por nuestro hechos"). En sus fiestas convivían gente modesta con personas de clase media y alta. En Canutillo, los trabajadores recibían salarios muy superiores al promedio nacional. Sin embargo, Villa difería de la aspiración a la igualdad de clases del bolchevismo ("¿Qué sería del mundo si todos fuéramos generales, si todos fuéramos capitalistas o todos fuéramos pobres?").
Villa no compartía plenamente el programa agrario de los zapatistas, en particular porque la reivindicación de la propiedad común de la tierra era propia de las comunidades indígenas. La ley agraria que decretó Francisco Villa el 24 de mayo de 1915 refleja la concepción del villismo al respecto. Por otro lado, como agricultor Villa era un entusiasta partidario del progreso tecnológico aplicado a la producción del campo.
En materia de libertad religiosa, Villa era menos jacobino que los generales sonorenses (Pancho se decía "libre pensador" y se oponía a cerrar iglesias). Por ello, era acusado por Obregón y Calles de "reaccionario".

Villa íntimo [editar]
Villa solía comentar que tenía tres grandes vicios, los buenos caballos, los gallos valientes y las mujeres bonitas. No se sabe con certeza cuantas mujeres tuvo, pero si se sabe que se casó por la ley como 75 veces, que al final, sólo siete reclamaron ser sus legítimas esposas: Luz Corral, Juana Torres, Pilar Escalona, Asunción B, Austroberta Rentería, María Amalia Baca y Soledad Seáñez. Una de las facetas más personales de su socialismo, se manifestaba con los niños, amaba a los propios y a los ajenos, recogía a los desamparados y costeaba su educación, durante su breve gobierno contrató a maestros jaliscienses y abrió varias escuelas, a las que acudía en tiempos de fiesta, pues por los niños Villa sentía una verdadera veneración. En ocasiones se los dejaba a su esposa Luz Corral quién llegaba a tener hasta doce niños en su cuidado. Sus planes educativos incluían una Universidad Militar para hasta cinco mil alumnos y una escuela elemental en cada Hacienda. Había una libertad de culto casi total, se desplegó una política agraria cuyo propósito sería distribuir la tierra creándola en pequeñas unidades.

Batallas y acciones Militares de Pancho Villa [editar]
Batalla de Ciudad Juárez (2 veces, una en 1911 y 1913, Ganadas)
Batalla de Tierra Blanca (1913 Ganada)
Batalla de Chihuahua (1913 Ganada)
Batalla de Ojinaga (1913 Ganada)
Batalla de Torreón y Batalla de Gómez Palacio (1914 Ganada)
Batalla de Saltillo (1914 Ganada)
Batalla de Zacatecas (1914 Ganada)
Batalla de Celaya (1915 Perdida)
Ataque en Agua Prieta (1915 Perdida)
Batalla de Columbus (1916)

Películas [editar]
1935 - "Vámonos con Pancho Villa" (México)
1939 - Con los Dorados de Villa (México)
1957 - Así era Pancho Villa (México)
1958 - Cuando viva Villa es la muerte (México)
1958 - Pancho Villa y la Valentina (México)
1966 - Un Dorado de Pancho Villa (México)
2002 - "Starring Pancho Villa as Himself"" (Estados Unidos), con Antonio Banderas.
La Muerte de Pancho Villa. (Por Antonio Aguilar)

emiliano zapata


Emiliano Zapata
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Para otros usos de este término véase Emiliano Zapata (desambiguación).
Emiliano Zapata
8 de agosto de 1879 - 10 de abril de 1919
General Emiliano Zapata
Apodo
"El Caudillo del sur"
Lugar de nacimiento
San Miguel Anenencuilco, Morelos
Lugar de defunción
Chinameca, Morelos
Servicio
Ejército Libertador del Sur, 1911 - 1919
Años de servicio
9 años
Rango
General
Unidad
Ejército Libertador del Sur
Mandos
Ejército Libertador del Sur
Batallas / Guerras
Revolución Mexicana
Emiliano Zapata Salazar (aproximadamente 1879-1919), el Caudillo del sur, fue uno de los líderes militares más importantes durante la Revolución Mexicana.
Emiliano Zapata Salazar, Nació en San Miguel Anenecuilco, municipio de Ayala, en el estado de Morelos el día 8 de agosto de 1879. Fue hijo de Gabriel Zapata y de Cleofas Salazar, formó parte de una típica familia campesina.
Tabla de contenidos[ocultar]
1 Inicios
2 Revolución Maderista y Plan de Ayala
3 La lucha en el sur a la Muerte de Madero
4 Gobierno Convencionista
5 Muerte de Zapata
6 Véase también
7 Enlaces externos
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Inicios [editar]
Su infancia se desarrolló a la par del latifundismo porfirista en Morelos. Realizó los primeros estudios con el profesor Emilio Vara, quién había sido un viejo soldado juarista. Pronto trabajó como labrador y arriero. En 1906 asistió a una junta de campesinos en Cuautla, para discutir la forma de defender frente a los hacendados vecinos sus tierras del pueblo. Su rebeldía lo condenó a la leva: en 1908, Zapata quedó incorporado al 9°. Regimiento de Caballería, en Cuernavaca; fue asignado como caballerango de Pablo Escandón, Jefe del Estado Mayor de Porfirio Díaz, más tarde se le asignó con el mismo puesto a Ignacio de la Torre, yerno de Díaz, quién le tomó afecto por su destreza con los caballos.
En septiembre de 1909 fue electo presidente de la junta de defensa de las tierras de Anenecuilco, donde a la par de ese momento empezó a estudiar los documentos que acreditaban los derechos de los pueblos a sus tierras y de esa manera se convirtió en dirigente agrario de Morelos, su Estado natal. Su primera aparición política ajena a su mundo campesino fue en las elecciones para gobernador de Morelos en 1909, cuando apoyó al candidato de la oposición, Patricio Leyva, en contra del de los latifundistas, Pablo Escandón.
En el mes de mayo de 1910 recuperó por la fuerza las tierras de Villa de Ayala, que eran protegidas por el el jefe de policía José A. Vivanco y que dejó en posesión de los campesinos del lugar, con este hecho tuvo que escapar varias veces del gobierno pues fue declarado bandolero. Después de haber recuperado las tierras las dejó en posesión de todos los campesinos de aquel lugar. Algunos meses después participó en la reunión que se celebró en ese mismo lugar, es decir en Villa de Ayala para discutir lo que después sería el Plan de San Luis.

Revolución Maderista y Plan de Ayala [editar]
A finales de ese mismo año, Pablo Torres Burgos fue enviado a Estados Unidos por Emiliano Zapata para que se pudiera entrevistar con Francisco I. Madero. El resultado de esta entrevista fue la decisión de tomar las armas por Emiliano Zapata y otros 72 campesinos y con Juan Moreno, Rafael Moreno, Maurilio Mejia y José Vergara. Esto lo hicieron el día 10 de marzo de 1911, cuando proclamaron el Plan de San Luis, donde con la bandera de la recuperación de tierras a los campesinos logró mantener su lucha. Después de eso se dirigió hacia el sur pues ya era perseguido por Aureliano Blanquet y su batallón de soldados. En este período del movimiento Zapatista sobresalen las batallas de Chinameca, Jojutla, Jonacatepec, Tlayecac y Tlaquiltenango así como la muerte del zapatista, que incluso precedió al mismo Emiliano, y antiguo líder del movimiento suriano, Pablo Torres Burgos, a la muerte del mismo, Emiliano Zapata es elegido según junta revolucionaria del sur en 1911 como nuevo jefe revolucionario-maderista del sur. Las reivindicaciones zapatistas, que suponían una reforma agraria radical (la tierra es de quien la trabaja) fueron inaceptables para los sucesores de Porfirio Díaz, se puede decir lo mismo de Francisco León de la Barra, quién haciendo uso de su facultad de presidente encabezó diversos enfrentamientos políticos y armados con el jefe suriano; e incluso del mismo Francisco I. Madero.

Cartel llamando al pueblo a unirse a la lucha armada con Emiliano Zapata.
Zapata se negó a desarmar a sus tropas, según lo acordado por los Tratados de Ciudad Juárez, sin que antes se realizara el reparto de las haciendas del estado. Esto dio lugar a que Francisco León de la Barra, presidente interino, lo considerara bandido y rebelde, mandando fuerzas a perseguirlo. Mil hombres bajo el mando de los generales Victoriano Huerta y Aureliano Blanquet fueron enviados a combatirlo. Para agosto del citado año de 1911, Francisco I. Madero quedó de entrevistarse con Emiliano Zapata en Yautepec para buscar una solución pacífica en el conflicto suriano, con el fin de convencerlo de que licenciara sus tropas, al tiempo que Zapata era fuertemente criticado por la prensa conservadora del país. En la reunión no se logró ningún acuerdo, dicho por Madero pues el mismo estaba convencido de que no podía acordar el previo reparto agrario. El gobierno federal reiteró su decisión de imponer el orden por la violencia y Zapata se desplegó con sus tropas a los límites entre Guerrero y Puebla, escondiéndose del gobierno y generando emboscadas a pequeños contingentes federales.
El 25 de noviembre de 1911 lanzó el Plan de Ayala redactado por Otilio E. Montaño, documento que se convertiría en su estandarte y en el fiel ejemplo de la ideología de los campesinos morelenses. En él se exigía la redención de la raza indígena y la repartición de los latifundios otorgados durante el Porfiriato; se desconocía a Francisco I. Madero como presidente y se reconocía a Pascual Orozco como Jefe legítimo de la Revolución Mexicana; además postulaba que en vista de que no se había cumplido lo que se le había prometido al campesinado la lucha armada era el único medio para obtener justicia.
Durante 1912, Emiliano Zapata combatió al Ejército Federal, que al mando de los Generales Arnoldo Casso López, Juvencio Robles y Felipe Ángeles buscaban la pacificación en los estados del sur. Los zapatistas buscaron defenderse y lo hicieron brutalmente en versión del ejército federal: en las narraciones de los ataques zapatistas son comunes las referencias a asaltos, incendios, violaciones, etcétera, lo cierto es que dichas narraciones eran alteradas para justificar los desastres cometidos por los miembros del Ejército Fedral. En ese año sobresalen los ataques a Tepalcingo, Yautepec, Cuautla y Cuernavaca., aunque debe afirmarse que en ese entonces el movimiento zapatista era muy débil tanto en el ámbito político como en la rama militar, sobre todo cuando la campaña del gobierno maderista contra los sublevados surianos quedó a cargo del General Felipe Ángeles, pues por sus métodos civilizados y tolerantes le restaban bases al zapatismo, pues Ángeles simpatizaba con ellos.

La lucha en el sur a la Muerte de Madero [editar]
Tras el asesinato de Francisco I. Madero y el ascenso en el poder de Victoriano Huerta, la lucha armada se exacerbó y Zapata fue uno de los jefes revolucionarios más importantes, al tiempo que introdujo importantes reformas en Morelos. Posteriormente estas posturas lo opusieron al nuevo presidente (Venustiano Carranza). Victoriano Huerta una vez en el poder, envió una comisión encabezada por el padre de Pascual Orozco, Pascual Orozco (Padre) a pactar la paz con Emiliano Zapata, esto le facilitaría tener un frente menos de guerra en el país. Éste, que contaba ahora con el dominio de Morelos y parte de los Estado de México, Guerrero, Puebla y Tlaxcala, se negó a pactar con los que llamó “Asesinos de Madero”. Fusiló al emisario de Huerta, envió una carta al General Félix Díaz repudiandolo.al igual que al gobierno de Huerta y para mayo reformó su Plan de Ayala declarando que Victoriano Huerta era indigno de la presidencia del país y a Pascual Orozco se le retiró el cargo de Jefe de la Revolución. Zapata quedó entonces como único Jefe del Ejército Libertador del Sur. Sin embargo, es preciso consignar que reconocer el Plan de Ayala implicaba el no reconocimiento del Plan de Guadalupe, convirtiéndolos en luchadores de una causa aislada a las encarnizadas batallas que se libraban en el norte del país con Francisco Villa, Álvaro Obregón y Pablo Gonzáles Garza. En los primeros meses de 1914, Zapata tomó Jonacatepec y Chilpancingo,y en ese mismo año ,su ejercito ya constaba de 27 000 hombres, por lo que para abril ya había controlado por completo el estado de Morelos y algunos lugares de Guerrero. Poco después conquistó Cuernavaca y para junio se acercó a la Ciudad de México ocupando Cuajimalpa, Xochimilco y Milpa Alta, amagando a esta ciudad, sin embargo, las fuerzas constitucionalistas les cerraron el paso al ocupar la Ciudad de México, antes que las propias zapatistas que se encontraban más cerca. En septiembre, Venustiano Carranza envió a Juan Sarabia, Antonio I. Villarreal y a Luis Cabrera a conferenciar con Emiliano Zapata, pero nuevamente el caudillo suriano exigió la renuncia al Poder Ejecutivo de Venustiano Carranza y el reconocimiento del Plan de Ayala. Los emisarios, como toda respuesta abandonaron su campamento y el estado pues Carranza rechazó rotundamente sus peticiones calificándolas de inadecuadas.

Gobierno Convencionista [editar]
En ese mismo mes, Zapata, desde su cuartel general de Cuernavaca, promulgó la entrega de de tierras a los pueblos. Invitado por varios delegados de la Convención de Aguascalientes, en la que los tres grupos más importantes que participaron en la Revolución Mexicana intentaron dirimir sus diferencias, Zapata no fue en persona al citado evento pero envió una comisión integrada por Antonio Díaz Soto y Gama (quién protagonizo el Incidente de La Bandera), Leobardo Galván, Paulino Martínez, Manuel J. Santibáñez y Manuel Uriarte, los que quedaron en calidad de observadores hasta que la Convención optó por desconocer a Venustiano Carranza. Así pues, Emiliano Zapata se unió con Francisco Villa y ambos reconocieron a Eulalio Gutiérrez como presidente provisional de México, no así el encabezado por Venustiano Carranza, lo que provocó la continuación de la guerra civil. A finales de noviembre la poderosa División del Norte y el Ejército Libertador del Sur entraron en la Ciudad de México, alcanzando así fama nacional el movimiento zapatista, como la otra cara de la moneda entre campesinos surianos y del norte. En su estancia en la Capital sus tropas tuvieron una actitud más que pacífica: obtuvieron recursos mediante limosnas y evitaron los robos y asaltos de algunos bandidos que se hacían llamar zapatistas, ensuciando su nombre. El 4 de diciembre Villa y Zapata tuvieron una célebre entrevista en Xochimilco, lográndose una alianza militar entre ambos ejércitos. Villa aceptó en cambio el Plan de Ayala, a excepción de sus acusaciónes a Francisco I. Madero, quién había sido su redentor y se obligó a dar armas a Zapata. Concretados estos acuerdos, Emiliano Zapata, partió rumbo a Amecameca y tomó Puebla el 17 de diciembre de 1914, aunque en los primeros días de enero la plaza le fue arrebatada por las fuerzas del General Álvaro Obregón. Este habría de dedicar sus mayores esfuerzos para combatir al poderoso ejército villista, dando lugar a que durante 1915, Morelos fuera gobernado por los campesinos levantados en armas, asesorados por los intelectuales de la lucha suriana. En 1916, una vez que Venustiano Carranza se había instalado en la Ciudad de México y que Francisco Villa hubiera sufrido serias derrotas por parte del Ejército de Álvaro Obregón, Carranza dispuso la ofensiva contra el zapatismo, al mando de Pablo González Garza. Con apoyo incluso de la aviación del ejército, Cuernavaca fue ocupada por los constitucionalistas en mayo y, aunque regresó efímeramente a manos de los zapatistas, quedó definitivamente en su poder el 8 de diciembre de ese mismo año. Ante la carencia de armas y ya sin el apoyo villista, en muy poco tiempo casi todas las poblaciones del estado quedaron en poder de los constitucionalistas. En 1917, Zapata, lanzando una contraofensiva reconquistó Jonacatepec, Yautepec, Cuautla, Miahuatlán, Tecala y Cuernavaca. En marzo expidió la ley administrativa para el estado, reabrió escuelas , creó instituciones para reiniciar la producción de alimentos del campo y continuó la guerrilla en zonas periféricas y de frontera. Sin embargo, en octubre del mismo año entró a Morelos el general Pablo González Garza, apoderándose del territorio. Para 1918, Emiliano Zapata era un guerrillero, como Francisco Villa ya por 1920, con poco futuro, pues su movimiento, indudable manifestación del descontento campesino, ante las constantes batallas, pocas municiones, muerte de cabecillas importantes y la ley agraria de Carranza que apaciguo la causa suriana, contribuyeron a que para ese año no se llegara a consolidar una real organización político-militar. Siendo una rebelión de masas campesinas se limitó a realizar su guerra de guerrillas a partir de 1918.

Muerte de Zapata [editar]
La guerra por parte del gobierno tomó perfiles despiadados. El gonzalista Jesús Guajardo le hizo creer a Zapata que estaba descontento con Carranza y que estaría dispuesto a unirse a él. Zapata le pidió pruebas y Guajardo se las dio. Acordaron reunirse en la Hacienda de Chinameca, Morelos, el 10 de abril de 1919, pero Zapata murió presa de una emboscada. No pocos condenaron el procedimiento, además, esto dió lugar a que, una vez muerto, Zapata se convirtiera en el Apóstol de la Revolución y símbolo de los campesinos desposeidos. El movimiento continuó, aunque en franco declive, y los zapatistas acordaron nombrar a Gilbardo Magaña Cerda como Jefe del Ejército Libertador del Sur, quién sería el último. Casi un año después los compañeros de Zapata se integraron al gobierno aguaprietista, y uno a uno murieron asesinados por el mismo gobierno cuando trabajaban para la misma institución.

El cadáver de Zapata
Los seguidores de Emiliano Zapata reciben el nombre genérico de zapatistas, aunque es muy importante hacer la distinción entre los zapatistas de tiempos de la revolución mexicana y los actuales zapatistas del sur de México.
Hace algún tiempo,se publicó un texto, [1] que cuestiona la versión oficial de la muerte de Zapata en la Hacienda de Chinameca. Hasta la fecha no ha habido una respuesta pública, con argumentos, ni siquiera de historiadores profesionales, que refute este cuestionamiento a la versión oficial. Sin embargo, ha provocado la molestia de quienes lo publicaron, porque les dicen que distorsionan la redacción de este punto, al parecer por la incapacidad de argumentar.
Zapata es el autor de la famosa frase «Es mejor morir de pie que vivir toda una vida arrodillado», muy comúnmente atribuída de forma errónea a otros autores y revolucionarios, incluyendo a Ernesto Guevara, Dolores Ibárruri "La Pasionaria" (quien ciertamente la popularizó con sus discursos durante la guerra civil española) e incluso a Esquilo [2].