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Lorenzo Zambrano Treviño
De carácter amáble y sencillo, pero con una visión global para hacer negocios, es como se le define a Lorenzo Zambrano.
Nacido en el año de 1945 en Monterrey, Nuevo León, es hoy el Líder de Cemex, una de las mayores compañías cementeras del mundo, siendo la mezcla de la tecnología y la producción una de sus fortalezas.
Zambrano estudió la carrera de ingeniero mecánico del ITESM en 1966, realizó una maestría en administración en la Universidad de Stanford, de la que egresó en 1968 y después de terminar su postgrado se unió a Cemex.
La cementera fue fundada por su abuelo en 1906, cuando se construyó la primera planta de cemento del país. En ese entonces, Cementos Mexicanos (una fusión de Cementos Hidalgo y Cementos Monterrey) no era una gran corporación; cuando Zambrano ingresó a la compañía en 1969, se estaba perfeccionado una de las primeras operaciones de compra: la fusión con Cementos Maya, una fábrica ubicada en el estado de Yucatán.
Ocupó diversos cargos en la empresa hasta convertirse en director de operaciones. En ese puesto diseñó la estrategia que hizo posible el crecimiento de Cemex. Su idea era transformarse primero en un poder local y después, en un imperio global a través de la compra de sus competidores.
En 1973 adquirió una instalación en el centro del país y tres años después compró Cementos Guadalajara. Para 1976 Cemex ya cotizaba en la Bolsa Mexicana de Valores y comenzaron las exportaciones.
A finales de los años ochenta, la familia compró algunas plantas cementeras en Estados Unidos, pero la globalización de la empresa realmente comenzó una decáda después.
En 1985, Zambrano se convirtió en el presidente ejecutivo de la empresa, con lo que Cemex se expandió rapidamente; detrás de él estuvo la compra al gobierno(tiempo en el que Salinas de Gortari estaba al frente del país) en 1987 de dos plantas que formaban la firma Cementos Anáhuac. Luego en 1989 adquirió Cementos Tolteca, su principal competidor local.
Con tales estrategias y a través de inversiones y fusiones, Cemex logró superar a la filial mexicana Apasco, uno de sus más grandes competidores a escala global, asi como el grupo suizo Holcim, conviertiéndose en la compañía que produce poco más de la mitad del cemento en México.
Expansión mundial de Cemex
Con el afán de conquistar los mercados extranjeros, Cemex comienza con la compra en 1992 de las empresas españolas Valenciana de Cementos y Sansón. Dos años más tarde adquirió Vencemos de Venezuela y Bayano de Panamá, y en 1995 a Cementos Nacionales de República Dominicana. Este último año fue memorable para Zambrano, ya que logró ser nombrado presidente de la junta de Cemex.
En su nuevo cargo impulsó el ingreso de la compañía a Colombia en 1996, y para 1997 inició su ataque a la región asiática al adquirir una tercera parte de Rizal Cement en Filipinas.
En 1999 logró llegar al norte de África al comprar la mayoría de las acciones de la egipcia Assuit Cements. En este año Cemex obtiene su inscripción oficial en la bolsa de valores más importante del mundo, la de Nueva York.
En septiembre pero del año siguiente ( 2001), Zambrano firmó la mayor adquisición en el exterior realizada por una empresa mexicana, pagando 2.600 millones de dólares para obtener el control de la firma estadounidense Southdown, la tercera más importante de Estados Unidos, con una capacidad para operar doce plantas en ese país.
Luego en el 2004, se llevó a cabo la compra de la cementera inglesa RMC a cambio de 5,800 MDD.
Actualmente Cemex esta protagonizando lo que será la compra más grande en la historia corporativa mexicana, al adquirir la empresa cementera australiana Rinker. Si la cementera consolida la compra , sus ventas anuales superarían los 23,200 mdd; hasta el momento, la audaz oferta es la más grande en la historia mundial de esta industria.
Hoy Cemex opera 51 plantas propias en once países y cuatro continentes, con una capacidad de producción anual cercana a los 78 millones de toneladas de cemento y ventas que superan los 5.600 millones de dólares al año, superada únicamente por la compañía francesa Lafarge que ante tal competencia recientemente se fusionó con la inglesa Blue Circle y la suiza Holcim.
Los analistas consideran que la clave del éxito de esta gran compañía se encuentra en parte, en que se concentra en países en desarrollo donde los márgenes de ganancia son más altos, porque en esos mercados el cemento se vende en pacas y no en grandes cantidades ya mezcladas. La otra parte sostienen, está en Zambrano y sus colaboradores.
Por su desempeño al frente de Cemex, Zambrano se ha hecho acreedor al premio Ernest C. Arbuckle por excelencia administrativa.
La tecnología: Pasión de Zambrano
Zambrano, quien tiene una afición insaciable por los avances tecnológicos al servicio de la producción industrial, creó un departamento de tecnología(cemtec) a través del cual se automatizaron las operaciones de las plantas, las ventas y la contabilidad de Cemex.
En los últimos años el centro ofrece servicios mucho más sofisticados, ya que prácticamente desde su escritorio, este exitoso empresario puede verificar la temperatura de los hornos, el flujo de caja y todo el proceso de producción.
En el año 2000 la cementera creó una nueva empresa: CxNetworks, con el propósito de desarrollar una red de negocios electrónicos y en julio del mismo año, junto con la mexicana Alfa y las brasileñas Bradespar y Votorantim, acordaron crear Latinexus, con el fin de desarrollar un mercado electrónico de abastecimientos en América Latina.
Más tarde lanzaron un portal orientado al mercado mexicano de la construcción, bautizado como Construmix. Hasta ahora ha abierto portales del mismo tipo en España y la región Andina.
Cemtec, fue también el punto de apoyo para la creación de Neoris, un portal de comercio electrónico de negocio a negocio (b2b).
El último proyecto de CxNetworks fue la adquisición de CoSite, una compañía especializada en la logística de negocios por medio de Internet.
Zambrano y su participación en el ámbito educativo, cultural, social y deportivo.
La ascendente carrera empresarial de Zambrano le ha abierto la puerta para abarcar más allá del límite de su localidad en el rubro industrial; pero además le ha permitio participar en organizaciones enfocadas al desarrollo educativo, social, cultural y deportivo.
A nivel nacional es miembro de la más poderosa organización empresarial del país, el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, que reúne a poco más de treinta empresarios nacionales.
Durante el gobierno de Vicente Fox, fue nombrado junto con Carlos Slim, miembro de la junta directiva del monopolio oficial, Pemex.
Es miembro del Consejo de Administración de IBM, del Consejo Consultivo Internacional de Citigroup, del Consejo Consultivo Internacional de las Empresas Allianz y de los Consejos de Administración de Alfa, Grupo Financiero Banamex, FEMSA, Empresas ICA, Televisa y Vitro.
En el ámbito educativo, es el presidente del consejo de administración de Enseñanza e Investigación Superior, A.C., que maneja el Tecnológico de Monterrey y del Consejo de la escuela de graduados de la Universidad de Stanford.
En el área cultural, es presidente del consejo del Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey.
Zambrano también participa en organizaciones dedicadas al periodismo; junto con la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano de Gabriel García Márquez, creó el premio al nuevo periodismo y copatrocina becas para capacitación de periodistas.
Deportivamente hablando, forma parte del grupo que apoya al equipo de futbol Tigres, de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Como cualquier persona y a pesar de ocupar el lugar 292 entre los más ricos del mundo, el quinto de lo más ricos de nuestro país y su empresa la tercera posición a nivel mundial, Zambrano tiene pasatiempos; le gusta leer libros de ciencia ficción, manejar y sus mascotas preferidas son los perros; tiene varios en su casa y uno de ellos se llama Harry Potter.
Es un hombre que cree, gracias a las enseñanzas de su padre y la educación recibida, la cual en gran parte forjó su carácter; que el éxito no llega sólo. Hay que luchar y prepararse, actuar con audacia y sensibilidad, asumir riesgos, pero también aprender a tomar decisiones rápidas cuando se presentan las oportunidades.
